Consejos para ser más disciplinado y dejar la pereza de lado

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La disciplina es un hábito necesario para alcanzar todos nuestros objetivos y metas en la vida. Por este motivo, es importante adquirirla y aplicarla desde que somos pequeños. Sin embargo, a medida que crecemos, distintos factores pueden influir e interrumpir el proceso disciplinario que llevamos formando desde hace tiempo. Principalmente, cuando son actividades placenteras o inmediatas como dormir, ver televisión o jugar videojuegos, pues entre descansar o hacer otras actividades que impliquen esfuerzo ¿Qué escogerías? 

Lamento informarte que si escogiste la primera opción ¡Tienes que darle un giro a tu vida! Está bien tomarte un tiempo de ocio de vez en cuando, pero si se vuelve constante puede afectar mucho tu vida social, académica y/o laboral. La disciplina es un pilar fundamental de una vida feliz y exitosa ¿Quieres saber por qué? ¡Sigue leyendo!

¿Por qué la disciplina es importante?

Puede que en un inicio la disciplina no nos parezca fundamental o indispensable para obtener todo lo que deseamos, pero observando el panorama objetivamente, sí lo es. Sin disciplina cualquier actividad que hagas tanto en tu vida personal como en tu vida académica o laboral no tienen sentido ni objetivos; o, si es que los tienen, se convierten en imposibles de lograr ya que hasta para conseguir la más mínima cosa debemos esforzarnos y trabajar por ella.

La disciplina es lo único capaz de derrotar las barreras que nos impiden alcanzar nuestras metas. Además nos permite tener equilibro interior y exterior al seguir los lineamientos de nuestra familia, escuela, colegio, universidad o trabajo; y nos convierte en líderes para imponer nuestros límites cuando sea necesario. Sin mencionar que incrementa la confianza en nosotros mismos al demostrarnos que todo es posible con constancia y dedicación. Por estos motivos y más, es sumamente importante ser disciplinado, pero si se te dificulta un poco o no sabes por dónde empezar ¡No te preocupes! A continuación, te contaremos algunos consejos que te ayudarán a aprender cómo ser disciplinado y dejar de lado la pereza.

  1. Enfocarte en tu “por qué”

Desde el momento en el que buscamos cómo ser disciplinados tenemos un motivo o un objetivo que queremos alcanzar. Puede ser que quieras hacer ejercicio para obtener tu cuerpo deseado, mejorar tu rendimiento académico, obtener un ascenso laboral, entre otros; pero, sea cual sea tu meta, es importante identificarla y enfocarte en ella para cumplirla. Recuerda que no es necesario que sea motivante o que te llene de ilusión, lo fundamental es que tenga sentido para ti y para tu futuro. Incluso, puede que requieras aprender a ser más disciplinado por necesidad o simplemente porque quieres hacer algo bueno por un ser querido. 

  1. Empieza por ser disciplinado desde acciones pequeñas

Aprender cómo ser disciplinado es un proceso que, dependiendo del empeño y dedicación que le pongamos, puede resultar sencillo. Principalmente, porque al hacerlo gradualmente lo convertiremos en algo cotidiano. Es decir, a cabo de unos meses notaremos que las actividades que más nos costaban anteriormente, como levantarnos temprano, ahora nos resultan muy fáciles. Para empezar, puedes escoger tres acciones diarias que requieran ser disciplinado. Por ejemplo, hacer ejercicio, lavar los platos después de cada comida en lugar de dejarlos en el fregadero y llegar temprano a todas tus clases. Estas pequeñas rutinas te brindarán más seguridad y motivación, además de ser el inicio de más acciones que involucren disciplina.

  1. Evita procrastinar y dejar para mañana lo que puedes hacer hoy

La mayoría de personas tienen la mala costumbre de dejar todas sus obligaciones para después en lugar de cumplir con ellas apenas puedan. La procrastinación es, sin lugar a duda, el peor enemigo de la disciplina ya que; aunque empieza como un factor pequeño o sin importancia, destruye nuestro progreso cuando se convierte en un hábito. Esta mala práctica deja que todas nuestras actividades se acumulen hasta el punto en el que debemos elegir si realizarlas o dejar de hacerlas. Por un lado, podemos escoger completarlas con el peligro de cometer errores por la presión y el estrés; mientras por el otro podemos dejarlas completamente para librarnos de estas emociones negativas.  Además, la procrastinación aumenta la ansiedad que tenemos con esa tarea y nos desanima igual si la completamos o si no lo hacemos. Por este motivo, es importante que aprendas cómo combatir la procrastinación antes de proponerte rutinas disciplinarias.

  1. Olvídate de los intentos fallidos

¿A quién no le ha pasado que se ha propuesto una meta y a los pocos días la ha dejado en el olvido? No importa si esto te sucedió una o varias veces, ahora debes tomar en cuenta tu presente y lo qué estás haciendo para mejorar tu futuro. Si únicamente piensas en las veces que fallaste, condicionarás a tu cerebro con la idea de que no vas a poder lograrlo esta vez tampoco. Y puede que sí hayas sido indisciplinado en el pasado, pero ¡Todos lo hemos sido! Interioriza estos fallos como aprendizajes que te inspiren y te sirvan para mejorar. Recuerda: Siempre puedes empezar de nuevo, incluso, puedes empezar desde cero y aún así lograr todo lo que te propongas ¡Ánimo!

  1. Establece un plan de ejecución para cumplir tus metas

La disciplina va de mano con la organización de modo que, si quieres aprender cómo ser disciplinado, también debes aprender cómo organizarte eficazmente.  Para esto, puedes hacer uso de un calendario, de una agenda o utilizar los recordatorios o las alarmas de tu celular. Una vez escogida la herramienta que emplearás toma en cuenta lo siguiente:

  • Es fundamental que tengas claro lo que esperas lograr ya que, caso contrario, puedes desviarte o perderte del camino. 
  • Organiza bien tu tiempo para que puedas cumplir con tu objetivo personal, académico y/o laboral sin dejar de lado tus demás obligaciones
  • Escribe tu meta con palabras precisas y destina un tiempo fijo para realizarla. Por ejemplo, si te has propuesto obtener las mejores calificaciones en una materia destina 1 hora al día durante algunas semanas para estudiarla.
  • Aléjate de los estímulos sensoriales o aprende a ignorarlos pues el celular, las computadoras, las consolas de videojuegos y las tabletas solo serán distracciones.
  • Siempre piensa y exprésate de manera positiva. Es decir, evita el “no” y el “nunca” en todas tus afirmaciones.
  1. Reconoce las áreas en las que puedes ser más disciplinado.

Todos tenemos una debilidad basada en la indisciplina. Algunos ejemplos son comer mucha comida chatarra, ser adictos a un programa de televisión o a un videojuego, dormir de más en las mañanas, etc. Sin embargo, y aunque nos causen un placer inexplicable, debemos reconocer estas debilidades y trabajar en ellas para vencerlas. Ser conscientes de nuestras debilidades nos permite conocer nuestros límites, fortalezas y recursos personales para lograr transformarnos en nuestra mejor versión. 

No te preocupes si es que te cuesta más de lo normal al inicio, la disciplina se desarrolla y se ejercita poco a poco. Con el pasar del tiempo notarás que dejar de lado estos malos hábitos se vuelve parte de tu día a día y de tu crecimiento personal.

  1. Avanza a pasos pequeños

Aprender cómo ser disciplinado, al igual que cualquier otro proceso de aprendizaje, tiene sus altos y bajos. Dos de los errores más comunes que cometemos al intentar ser más disciplinados son: proponernos alcanzar nuestro objetivo al instante y fijarnos en todo lo que tenemos que hacer. Es decir, en lugar de ver el progreso, nos enfocamos en el camino que tenemos por delante; ocasionando repercusiones negativas para nuestra salud mental y emocional. El estado de alerta, la frustración y el estrés de no conseguir lo que queremos cuando lo queremos desencadenan otros problemas; e, incluso pueden actuar como obstáculos que nos impidan seguir adelante para lograr nuestra meta. Por esto ¡Tómate tu tiempo! Recuerda que no puedes cambiar todo de un día al otro y, mejor, disfruta y abraza al proceso.

  1. Recompensa tu disciplina

Es muy importante que reconozcas tu progreso y tus metas alcanzadas pues así nunca olvidarás todo de lo que eres capaz. Después de lograr uno o varios objetivos piensa en algo que te haga feliz, que te guste o que quieras hacer y utilízalo como recompensa. Esto también te puede servir como motivación al sentir tu amor propio y al darte una razón para concentrarte en cumplir tus propósitos pendientes. Además, se ha comprobado que no recompensarte por tu esfuerzo puede afectar tu capacidad de desarrollar otros hábitos, establecer nuevas relaciones sociales y cumplir tus metas. ¡Abrázate y a seguir adelante!

Quisiera aprender cómo ser disciplinado ¿Dónde puedo hacerlo?

Quizás, al igual que yo, eres de las personas que han intentado ser más disciplinados muchas veces y algo se cruza en su camino, pero ¡Esto se acaba hoy! En Ilvem podrás aprender una gran variedad de técnicas y consejos que te ayudarán tanto en tu vida personal como en la académica y/o laboral. Además, su método, reconocido y empleado internacionalmente, te permitirá explotar al máximo tus habilidades mientras te enseña más. Por ejemplo, cómo dominar la lectura rápida, mejorar tu memoria, convertirte en un líder o ser el mejor orador que todos hayan visto.

Más de 100 000 familias a nivel mundial han confiado en nosotros ¿Qué esperas para hacerlo tú?

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Sabemos que su talento no tiene límites.

Somos un programa de estimulación de alto rendimiento, dirigido para niños/as entre 3 años 9 meses hasta los 6 años. PEKE ILVEM, es una metodología que fomenta el uso de ambos hemisferios del cerebro, estimulando al máximo todas sus conductas básicas de aprendizaje de manera divertida y práctica.

Nuestros profesores particulares, trabajan en la estimulación de funciones básicas (actividades cognitivas, motrices, socio afectivas y de lenguaje), fortaleciendo su atención y concentración, rutinas de trabajo, desarrollo de la expresión corporal y verbal, logrando excelentes resultados.

PEKE ILVEM, ayuda a prevenir problemas de aprendizaje, dificultades académicas y emocionales; mediante el aprovechamiento de la plasticidad cerebral. Nuestro objetivo es mejorar, modificar y moldear hábitos o conocimientos establecidos, para que tu pequeño pueda aprender de forma entretenida y fácil cosas nuevas, convirtiéndose en el SÚPER líder que lleva dentro.