La creatividad es la capacidad o habilidad del ser humano para inventar o crear cosas (objetos físicos, ideas, representaciones o fantasías). Se trata de la posibilidad de generar lo nuevo: conceptos, ideas o asociaciones que, entre ellas, pueden generar soluciones a problemas.
El pensamiento creativo está muy valorado en nuestra sociedad en las que la innovación y el cambio juegan un rol importante. Dentro de este intervienen la memoria, la inteligencia, la imaginación y otros procesos mentales complejos que conducen al pensamiento original.
La creatividad es típica de la cognición humana y es lo que la diferencia de las formas de inteligencia artificial. Está presente en distinta medida en numerosas formas de personalidad y se encuentra en estado puro y libre durante la niñez, cuyo mayor ejemplo son los juegos de imaginación. Escritores, artistas, arquitectos, científicos e inventores son cultores del aspecto creativo de su personalidad.Por último, la creatividad es común a todos los seres humanos, pero puede ser potenciadas conforme a los hábitos y las preferencias de cada individuo. Los más creativos serán los que puedan dar con una forma novedosa de resolución de un problema o una representación novedosa del mismo.
¿Por qué es importante la creatividad?
La creatividad ha jugado un rol vital en la evolución de la especie humana, porque le ha permitido enfrentar diversos problemas a lo largo de su historia. Pero no solo eso, sino que también ha servido para desarrollar herramientas y soluciones novedosas y originales para cada una de las personas. En la cotidianidad humana la creatividad es un talento muy valorado; las labores científicas, inventivas, artísticas o arquitectónicas dependen en gran medida de este talento.
Frases que matan tu creatividad
La creatividad es madre de la innovación y una cualidad escasa que se apoya en el lóbulo derecho del cerebro, donde están la intuición, el arte y la inspiración. Sin embargo, los creativos tienen que luchar permanentemente con los pragmáticos, los “lógicos”, los que tienen la experiencia. Estas son algunas de las frases que se oyen cuando los creativos disparan su chispa y que deberías evitar tanto escucharlas como hacerles caso:
- “No sueñes”.
- “Ni lo sueñes”.
- “No tenemos tiempo”.
- “El costo es muy alto”.
- “No es problema suyo”.
- “Es demasiado trabajo”.
- “¡Oh no, esa idea otra vez, no!”
- “El argumento es válido, pero…”
- “Buena idea, pero no es factible”.
- “Deja de volar en las nubes y pon los pies en la tierra”.
- “La gente va a tener problemas con esto”.
- “Por el momento, dejemos esa idea de lado”.
- “Están acostumbrados a otra cosa”.
- “¿De dónde sacaste semejante idea?”
- “Exigiría un esfuerzo muy grande”.
- “Hasta ahora nos ha ido bien sin eso”.
- “Siempre lo hemos hecho así”.
- “Se adelanta a su tiempo”.
- “No fue presupuestado”.
- “Es demasiado radical”.
- “Quédese en su lugar”.
- “Se reirán de nosotros”.
- “No muevan el bote”.
- “No van a aceptarlo”.
- “No se ha hecho nunca”.
- “No va a funcionar”.
- “¡Otra vez los jóvenes!”
- “No es rentable”.
¿Qué mata tu creatividad?
Aunque pensemos que somos muy creativos, o incluso lo hayamos demostrado en varias ocasiones, no siempre tenemos a las musas de nuestra parte. Lo malo es que la falta de creatividad no siempre depende de nosotros ya que, más allá de estados de ánimo puntuales y aptitudes personales, hay varios impedimentos en el proceso creativo.
Existen muchos pensamientos, cosas o actitudes que matan la creatividad y hacen que ideas originales nunca lleguen a salir a la luz. A continuación, te detallaremos algunas de las más comunes:
1. Falta de tiempo:
Como todas las cosas en este mundo, el proceso de la creatividad requiere su tiempo. Primero, hay que disponer de un momento de calma para poner en marcha la mente, luego hay que ir moldeando la idea, haciendo mejoras y descartando sus posibles defectos. Después de un buen momento realizando estas actividades, se debe materializarlo.
Por ejemplo, si es que decides pintar un cuadro lo primero que debes hacer es decidir qué quieres pintar. Luego, con más detenimiento, empezarás a hacer el boceto de lo que quieres pintar. Des pues, decidirás pintarlo, escogerás las pinturas y mientras lo haces irás teniendo nuevas ideas e improvisarás algunos aspectos de tú pintura.
2. Todo está inventado:
A la hora de crear algo nuevo, muchas personas suelen desmotivarse porque llegan a la conclusión de que ya todo está inventado. Si bien es cierto que hay demasiadas ideas como estrellas en el cielo, esto no quiere decir que ninguna de ellas pueda mejorarse.
A veces una pequeña modificación puede suponer un matiz importante entre lo nuevo y lo viejo, así que recuerda que siempre hay algo que puede reformularse o mejorarse.
3. Falta de autoestima:
La falta de autoestima es, en muchas ocasiones, el principal enemigo de la creatividad. Puede darse el caso de que uno sea muy original y tenga buenas ideas, pero no logra materializarlas por creer que son malas. Ten presente que es importante dejar que fluya la imaginación para luego de esto, esperar a que la gente juzgue las ideas por lo que son y no por quien las ha hecho.
4. Miedo a fracasar:
Lo más seguro es que a nadie le gusta equivocarse, pero existe una gran verdad: si no lo intentas, el fracaso ya está asegurado.
Hacer cosas nuevas y diferentes siempre es un riesgo; ya que, como no existen garantías de que entiendan nuestra visión o de que la idea sea innovadora, al final arriesgarse resulta poco convincente. Sin embargo, es mejor ver las cosas de la siguiente manera:
Si funciona será estupendo, y si no, tendrás el beneficio de aprender una valiosa lección que nos servirá para tratar otras opciones. Todo pensamiento creativo es arriesgado porque hay cierta incertidumbre, pero si no hubiera esto porque se conocerían los resultados ¿Qué habría de nuevo a ofrecer al mundo?
5. Incapacidad de autocrítica:
De la misma manera que no hay que tener miedo al fracaso, se debe ser crítico con lo que se hace. El dar por supuesto que lo que se ha creado es indudablemente bueno y que los demás están equivocados es un gran límite a la creatividad.
Primero, no nos motiva a tener nuevas ideas y segundo, no se puede defender una idea que no es vista como creativa; ya sea porque se ha hecho antes o porque simplemente es mala.
Se deben detectar los defectos de lo que se ha hecho y, a partir de ellos, reformular lo hecho. Esto activa el proceso creativo ya que tratamos de superarnos constantemente y potenciamos el pensamiento divergente.
6. Perfeccionismo:
Siempre se podrá mejorar lo que hagamos, pero en algunas ocasiones el tratar de hacer que lo que hacemos sea perfecto puede estropear una buena idea. Además, esto puede llevarnos a perder el tiempo. Por lo tanto, la perfección es en varias ocasiones el enemigo de lo bueno.
7. Reglas rígidas:
Las normas son fundamentales para la vida ya que nos sirven para reconfortarnos al saber que existe un código de conducta y leyes que nos garantizan derechos y obligaciones. Sin mencionar que nos generan una zona segura o tranquilidad al saber que existen.
Sin embargo, hay otro tipo de norma que varían de persona en persona y que pueden limitar bastante nuestras acciones; sobre todo cuando estas están relacionadas con lo novedoso. Estas son las reglas no dadas, las mismas que pueden definirse en términos de creencias rígidas y conductas automáticas que solo pueden cambiarse con cierto esfuerzo.
Las reglas no dadas pueden afectar a todos los aspectos de la persona y aunque, no es algo patológico, suelen limitar mucho el ser original ya que la creatividad surge cuando se rompen estas normas no escritas.
Pero romperlas no es fácil, porque normalmente son invisibles; es decir, son comportamientos automatizados que se hacen inconscientemente por las personas. Entonces para romperlas es necesario plantearse el porqué de hacer las cosas como se están haciendo.
8. Dificultad para relacionar ideas remotas:
La creatividad radica en encontrar relaciones anteriormente nunca vistas de dos conceptos o más. Por esto, es importante entender que dos aspectos que aparentemente no tienen relación pueden llegar a ser explotados de forma que resulten en una idea excelente.
Es normal que intentemos asociar dos aspectos que están muy relacionados a simple vista. Pero hay que hacer un mayor esfuerzo e ir más allá para adquirir una visión más holística de la realidad.
Recurrir a lo más lejano puede ser una muy buena forma de evitar bloqueos, dado que se tiene una mayor cantidad de posibilidades creativas.
9. Aferrarse a la primera idea que aparece:
Puede pasar que cuando tenemos una excelente idea o lo primero que pensamos, terminó siendo exitoso, creemos que no hay necesidad de cambiar y probar algo nuevo. Está bien tener en cuenta esa primera idea; pero no deberíamos ignorar las posibles mejoras que requiera u otras opciones que sean mucho más beneficiosas que la idea original.
Siempre debemos aspirar a más y no quedarnos estancados en un mismo lugar; por muy buenos resultados que se hayan obtenido.
10. Envidia:
Muchas personas se sienten celosas de aquellas que muestran un pensamiento diferente, innovador y claramente creativo. Así, con un comportamiento tóxico, pueden hacer que nos sintamos mal por haber creído que podíamos ser diferentes.
La envidia puede ser muy malvada y tirar al suelo todas nuestras ideas más originales. Por esto, debemos estar completamente convencidos de nuestra visión del mundo y tratar de evitarlo.
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