¿A quién no se le ha hecho difícil mantener niveles óptimos de atención en clase cuando el profesor es repetitivo o es la hora previa al receso? Este escenario es común en la vida estudiantil de niños y jóvenes pues vivimos en un mundo repleto de estímulos que interrumpen nuestra concentración. Sin embargo, es vital desarrollar una habilidad para ignorar distracciones ya que la atención es la base del aprendizaje.
Para mejorar la atención en clase es necesario tener un correcto manejo de la concentración ya que esta nos deja decidir cuándo y sobre qué prestar atención. Y la atención deberá ser capaz de dejar de lado estímulos distractores durante tiempos prolongados para que se convierta en concentración.
Por suerte, la concentración es una habilidad que puede fortalecerse con la práctica de estrategias que nos obliguen a prestar atención. Nunca es tarde para empezar a desarrollarla de manera progresiva hasta encontrar los objetivos que tanto buscas; y cuando lo hagas te darás cuenta de que problemas como entregar trabajos de baja calidad, sufrir cansancio mental y tener menor capacidad de retención desaparecen.
Importancia de prestar atención
La atención es la base fundamental del aprendizaje porque sin ella la educación pierde el hilo que conecta el conocimiento con la mente del estudiante. Por esta razón, se convierte en el reto principal de educadores y alumnos que buscan optimizar sus capacidades. Además, ser capaz de concentrar tu energía y atención en una sola tarea garantiza que se ocupe tu máximo potencial en el aprendizaje. De esta manera, puedes trabajar para conseguir un tener buen rendimiento académico a partir de tus fortalezas.
La importancia de la concentración se ve reflejada también en el ámbito laboral y en la salud mental. Por un lado, saber manejar la atención permite mejorar el rendimiento y la productividad en actividades laborales de todo tipo. Entonces, lograrás ser más efectivo y eficiente en tus actividades, optimizarás tu tiempo y maximizarás resultados. Por otro lado, la concentración tiene la capacidad de incrementar tu creatividad de la mano de mejorar tu salud mental. Saber optimizar tus capacidades reduce la ansiedad y estrés frente a situaciones de presión como entrega de trabajos, proyectos o exámenes.
Por último, la concentración va de la mano de la memoria, por lo que una mejora en tu atención significa un incremento de tu memoria. La memoria mejora gracias a que la concentración aumenta la capacidad de retención, análisis y abstracción de la información. Con estos atributos, tu nivel de comprensión mejorará exponencialmente, y tu proceso de aprendizaje se hará más rápido y fluido. Así, serás capaz de memorizar todo el conocimiento que comprendes a profundidad.
- Asegúrate de evitar estímulos distractores
El reto de mantener la atención está en nuestra capacidad de ignorar distractores y la mejor manera de hacerlo es creando un espacio de concentración. Este espacio físico debe carecer de objetos que incentiven la desconcentración (celular, comida, juguetes, música, amigos etc.) y debe estar ordenado y limpio. A través de esta práctica se ayuda a que la persona limpie su espacio psicológico a partir del físico para entrar con facilidad en un estado mental de claridad perfecto para aprender.
En este caso las reglas son primordiales y no deben ser extremadamente restrictivas para que puedan cumplirse en el largo plazo. Además, solo el estudiante será capaz de decidir qué estímulos deberían entrar en la lista de distractores para realmente mejorar la atención en clase. Te recomendamos fijarte en los estímulos en clase que suelen llamar tu atención o te distraen de las labores del salón. Recuérdalos y arma estrategias para evitarlos o ignorarlos haciendo que con el tiempo seas más capaz de identificarlos antes de que interrumpan tu atención. La única regla de oro es evitar atender a clase con hambre o sueño ya que esto provocará que tu mente empiece la clase distraída.
Adicionalmente, sentarte cerca de tu profesor es una actividad que puede ayudarte a evitar aún más los estímulos distractores. Aunque no lo creas, sentarte en las primeras filas del salón duplican la posibilidad de que tu espacio de concentración sea efectivo. La cercanía al enseñante te permitirá envolverte de mejor manera en el proceso educativo y, como resultado, tener buen rendimiento académico. También, estar cerca de él o ella te da la oportunidad de hacer preguntas para complementar tu aprendizaje, por lo que te esforzarás para mantener el enfoque.
- Limita tus tiempos de atención
Es insostenible pensar que podemos mantener nuestra cabeza enfocada en una actividad durante largos periodos de tiempo (1 o más horas) sin descanso. Nuestras metas de concentración deben ser realistas para poder cumplirse por lo que es importante darnos un tiempo de relajación. Con periodos más cortos e intensos de concentración, evitas que tu cerebro se canse y sature demasiado rápido y que no pierdas el enfoque rápido.
Esta estrategia, a pesar de parecer simple, evitará que te compares con estándares irrealistas de concentración y te frustres por no alcanzar tus metas. A su vez, con el tiempo te darás cuenta de que eres capaz de extender tus periodos de atención y disminuir los de descanso.
Una vez completado un ciclo de concentración (puede ser en la forma de 1 hora clase de 45-50 minutos) debemos otorgarnos un periodo corto de distracción y relajación. Esta práctica es importante para mantener la motivación y no sobre cargar al cerebro. No obstante, se debe resaltar que los tiempos de relajación no deberían ser lo suficientemente largos como para cortar el ritmo de atención. También, te recomendamos que el descanso no incluya ninguno de los estímulos distractores que identificaste antes, ya que estarás poniendo en riesgo todo tu esfuerzo. Entre las actividades más efectivas para despejar la mente está salir a dar un breve paseo, meditar, hacer sesiones de respiración profunda e incluso leer.
Adicionalmente, para mejorar la atención en clase más, vale la pena resaltar que mantener una actitud activa durante los periodos de atención es vital. Puedes tratar de mantener tu concentración mediante la participación ya que te estás forzando a envolverte en el proceso de aprendizaje de manera activa. Hacer y responder preguntas será tu mejor aliado para mantener tu atención en punta y tener buen rendimiento académico.
- Mantén un esquema de apuntes y organización
Gran parte del proceso para mejorar la atención en clase está en mantenerse activo con actividades que complementen los periodos de concentración. Las 2 actividades que puedes empezar a hacer son mantenerte tomando apuntes con relación a tus preferencias y organizar tus tareas. Tomar apuntes te permite tener un respaldo de la información mientras te incentiva a practicar la escucha activa. Así, se refuerzan mucho las habilidades de concentración y memoria para mejorar nuestra atención y garantizar un buen rendimiento académico.
Te recomendamos explorar los distintos métodos para tomar notas efectivamente hasta encontrar el que más se acomode a tus necesidades de aprendizaje. Entre los métodos más comunes está Cornell, Outline, Mapeo y método gráfico, cada uno con sus beneficios y objetivos educativos. Lo que logres sintetizar en sus notas será el material que acompañe tu proceso de aprendizaje por lo que este paso no puede faltarte. Además, al mantenerte ocupado en clase, estarás reforzando tu retención y memorización de información.
Por otro lado, organizar y programar tus tareas te ayuda a ser eficiente con la administración del tiempo. Si es que planificas tus actividades con tiempo, inconscientemente te verás motivado a aumentar tu concentración para completar todo en el periodo estipulado. Esta práctica te ayuda a priorizar tareas dentro del aula y evitar la procrastinación. Los beneficios que esta práctica pueden brindarte la capacidad de cambiar tu vida por completo ya que te convertirán en una persona responsable y cumplida. Y son atributos muy envidiables tanto en el ámbito profesional como en el educativo.
Las estrategias que se han desarrollado te ayudarán a explotar tu potencial de atención en clase y, en consecuencia, te ayudarán en convertirte en un mejor estudiante. También, mejorar tu habilidad de concentrarte te ayudará a explotar tu máximo potencial en clase, el trabajo y hasta la vida personal.
Estas 3 estrategias son el primer paso, pero todo empieza confiando en tu potencial y buscando herramientas para apoyar tu proceso de aprendizaje. Recuerda que la aplicación de estas es progresiva y con el tiempo te darás cuenta de que cada vez mejora tu concentración.
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