Creo que mi hijo es ambidiestro ¿Debo preocuparme?

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En tiempos pasados, era muy habitual fijarse en las manos de los niños mientras llevaban a cabo sus tareas y la mayoría de veces se buscaba que trabajasen siempre con la mano derecha. Médicos, maestros y otros profesionales recomendaban a los padres obligar a los niños a ser diestros; incluso, cuando mostraban una clara predominancia de la mano izquierda.

Hoy en día, ser zurdo no conlleva ningún problema más allá de algunas barreras que pueden encontrarse con ciertos objetos o instrumentos diseñados para las personas diestras.  Por lo tanto, no importa si una persona es zurda o diestra,  sino que tenga determinada su lateralización, pero ¿Qué sucede cuando un niño no se lateraliza a lo largo de su desarrollo y se presenta como ambidiestro?La lateralidad se desarrolla durante los primeros años de vida del niño. Cuando la lateralidad no se desarrolla adecuadamente podemos encontrarnos con niños ambidiestros, con lateralidad cruzada o contrariada. Estas dificultan el aprendizaje infantil y, si las observamos en nuestro hijo, debemos informarnos sobre cómo ayudarles a definir su lateralidad con actividades de motricidad.

¿Cómo saber si un niño es ambidiestro?

Los niños que presentan desorganización en su lateralidad son aquellos a los que les cuesta mucho reconocer la izquierda y la derecha o los que no se ubican en el espacio cuando les damos instrucciones. Por ejemplo, se les complica seguir la orden «tráeme las tijeras que están encima del mueble de debajo del radio». También, son aquellos niños que siguen silabeando al leer a pesar de haber aprendido esta destreza hace tiempo. Estos no consiguen hacer una lectura comprensiva y realizan inversiones tanto en la lectura como en la escritura; de modo que pueden llegar a escribir b por d o leer p en lugar de q. Muchas veces los niños ambidiestros parecen desesperados por tareas escolares simples y no presentan tanto problema cuando se realizan ejercicios de forma oral.

La corteza cerebral se encarga del aprendizaje consciente y, una vez que la tarea está asimilada, se automatiza su ejecución y pasa a estar controlada por otras estructuras cerebrales.

Para valorar la preferencia manual del niño, se puede utilizar diferentes pruebas como las siguientes:

– Preferencia ocular: Pediremos al niño que mire por un ‘catalejo’ o a través de un agujero impreso en una cartulina mientras observaremos con qué ojo lo realiza.

– Preferencia manual: Daremos al niño un objeto y veremos con qué mano lo recoge.

– Preferencia de pierna: Pediremos al niño que de una patada a un balón o una pelota para ver qué pierna elige para ello.

LA LATERALIDAD

La lateralidad es la preferencia del uso de una de las partes del cuerpo humano sobre la otra. El proceso por el cual se desarrolla se llama lateralización y depende de nuestro funcionamiento a nivel cerebral.

Distinguimos distintos tipos de lateralidad entre los que encontramos:

Lateralidad normal: Consiste en la dominancia de sólo uno de los lados del cuerpo. En este caso, puede predominar el lado derecho o el lado izquierdo.

Lateralidad cruzada: Se da cuando hay un uso prioritario de un elemento de un lado y otro del otro lado. Por ejemplo, puede que una persona sea diestra de mano, pero zurda de pie. O niños que escriben con la derecha, pero su ojo dominante es el izquierdo o viceversa.

Lateralidad contrariada: Se refiere a aquellos casos en los que observamos que el pie y el ojo dominante son diestros. Por ejemplo, el niño escribe con la mano izquierda a pesar de qué de forma espontánea o natural para aquellas actividades usa la otra mano. También, hace referencia a que utiliza la mano contraria a la que escribe para sonarse la nariz, lavarse los dientes, empujar, salud y reconocer por el tacto.

La predominancia mixta o incompleta: Esta se da cuando la preferencia no es constante, sino que va cambiando con el tiempo. Es posible que durante una época los niños utilicen la mano derecha, más adelante la izquierda y que, luego, vayan modificando esta predominancia. Es una situación relativamente frecuente en esta edad. Sin embargo, se considera anómala más allá de los 6/7 años.

La ambiestralidad: Hace referencia a la capacidad de utilizar indistintamente los miembros de uno u otro lado del cuerpo. 

AMBIDIESTRALIDAD

La mayoría de gente piensa que ser ambidiestro es lo ideal pues a simple vista parece ser una prioridad o una ventaja. Sin embargo, nada está más lejos de la realidad.

Los bebes y los niños pequeños son siempre ambidiestros. Si observamos a un bebé podemos ver cómo utiliza indistintamente ambas manos y ambas piernas; de hecho, si no lo hiciera sería una señal de alarma a tener en cuenta para valorar la existencia de algún tipo de problema motor. Por lo tanto, que los niños pequeños sean ambidiestros es normal. 

Esta condición puede extenderse hasta los seis primeros años en algunos casos por lo que; durante este período de tiempo, sería un error forzar a un niño a utilizar uno u otro lado de su cuerpo ya que puede ocasionar lateralidades contrariadas. Es decir, puede causar que un niño se acostumbre a utilizar la parte de su cuerpo que no corresponde con su funcionamiento cerebral.

Por esto, no debemos preocuparnos antes de tiempo. A lo largo de su desarrollo psicomotor, se irán lateralizando hasta establecer su lateralidad adecuada.

¿QUÉ SUCEDE CUANDO UN NIÑO PARECE SER AMBIDIESTRO MÁS ALLÁ DE LOS SEIS AÑOS?

Se estima que tan sólo uno por ciento de la población es realmente ambidiestra y, por lo tanto, no tienen un lado predominante en su cerebro. Si tu niño parece ser ambidiestro después de los 6 años es necesario que le ayudes a establecer su propia lateralidad con ayuda de actividades motrices. Para hacerlo, es esencial que fomentes el uso, no de la mano que más utilicen, sino de aquella con la que tienen una mejor ejecución. Es decir, no debemos fijarnos en la cantidad de movimientos que realizan sino en la exactitud de estos.

¿Qué ocurre cuando la lateralidad no está bien definida en el niño?

Cuando la lateralidad no está bien definida el aprendizaje se vuelve costoso y lento pues sigue siendo un proceso controlado por la corteza. El cerebro tiene recursos energéticos y capacidad limitada de manera que todo aquello que no se automatice sigue ocupando espacio útil para otros aprendizajes.

Es decir, si el niño no automatiza el proceso de lectura no va a tener recursos cerebrales suficientes para analizar lo que la lectura le transmite.

De los 3 a los 5 años la lateralidad sufre oscilaciones que se van resolviendo hacia el afianzamiento del niño. Por ejemplo, si es diestro o zurdo. La resolución hacia diestro suele ser más temprana (2-3 años) qué hacía zurdo (3-4 años) dado que estamos en una cultura que favorece el desarrollo de personas diestras.

CONSECUENCIAS DE SER AMBIDIESTRO

Existen múltiples estudios que asocian características especiales de personalidad a las personas ambidiestras como ser más críticos y analíticos. Sin embargo, no es una relación directa.Lo que sí está más demostrado son las consecuencias de ser ambidiestro sobre el aprendizaje. El proceso de lateralización es muy importante en el desarrollo psicomotor y en los aprendizajes futuros. El ambidextrismo o las lateralizaciones mal establecidas están muy ligadas a dificultades de aprendizaje como la Dislexia o trastornos como el Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH).

¿Cuáles son las ventajas y desventajas relacionado con esta habilidad?

A continuación, te detallaré 3 curiosidades interesantes sobre esta habilidad:

  1. Las personas ambidiestras son más propensas a padecer déficit de atención:

Según algunos estudios, los niños ambidiestros son más propensos a padecer déficit de atención e hiperactividad, incurriendo en algunos casos también en la dislexia. Además, parecen mostrar dificultades en matemáticas , ejercicios de memoria y razonamiento lógico con mayor frecuencia  en comparación con personas diestras o zurdas.

  1. L ambidextridad afecta su emocionalidad: 

Los ambidiestros son más emocionales en relación con quienes usan solo la mano derecha o solo la izquierda. Un estudio demostró que el estado de ánimo de alguien que usa ambas manos es influenciado más fácilmente por situaciones externas. 

  1.  Antiguamente se practicaban ejercicios para volverse ambidiestro: 

Una práctica que estuvo muy de moda en el pasado era “obligar” a los niños a realizar ejercicios forzados para lograr ser ambidiestrosSin embargo, todo esto siempre fue contraproducente y no conducía a ninguna mejora cognitiva como se solía pensar en la antigüedad. Cada niño debe tener libertad para seguir sus instintos; si quiere escribir con la mano derecha y lanzar el balón con la izquierda, evitarlo no dará lugar a ningún resultado.

¿Qué debemos hacer?

Si creemos que nuestro hijo escribe con las dos manos regularmente lo primero que debemos hacer es comunicarnos con su tutor/a para averiguar si ha observado lo mismo que nosotros. Existen actividades de motricidad que se pueden realizar en casa para favorecer la definición de la lateralidad. Sin embargo, en los casos donde esta falta de definición esté interfiriendo de manera importante con el aprendizaje de la lectura o la escritura, es preciso consultar un especialista.

¿A QUIÉN DEBEMOS ACUDIR?

A lo largo de los seis primeros años de vida los profesionales de la Atención Temprana pueden ayudar a los niños a establecer su lateralidad. Durante esa época y más adelante, cuando quizás ya sea necesario corregir ciertas pautas y actuar de manera más específica los encargados de intervenir serán los psicólogos, psicomotricistas o terapeutas ocupacionales.

En ILVEM Ecuador contamos con Apoyo escolar, apoyo psicopedagógico y apoyo emocional útil tanto para ti como para tu pequeño si es que presenta ambidextrismo u otras dificultades. Con el programa ILVEM niños encontrarás la ayuda que necesitas. Te brindaremos varias herramientas y actividades de motricidad junto a otros métodos que te servirán para definir la lateralización. 

Te invitamos a que conozcas más de nosotros y de nuestros profesionales en nuestra página web. Contamos con personal altamente calificado que podrá ayudarte y brindarte el soporte necesario 

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